A finales del siglo XIX se erigieron los cimientos de esta bella edificación que abrió sus puertas a los primeros turistas que comenzaban a arribar a la ciudad de Guadalajara. Años más tarde, se amplió y remodeló el que sería el primer y más prestigioso hotel del ambiente taurino: el Hotel Morales Historical and Colonial Downtown Core. Debido a su afición por las corridas de toros, el propietario de este hotel albergó a los toreros más famosos a nivel mundial así como a luminarias del espectáculo como María Félix y Cantinflas.
Actualmente, este edificio conserva la misma arquitectura de antaño, que ha sido respetada en su proceso de restauración. Su diseño neo-colonial clásico perdura en cada rincón de esta espléndida propiedad combinado con las comodidades de la modernidad.
Cuentan que existen pasadizos que llegan hasta la Catedral Metropolitana y otros que conectan al Hotel Morales Historical and Colonial Downtown con el convento de San Francisco, aunque se desconocen hasta la fecha cuales habrían sido los fines para su construcción. Lo cierto es que este dato curioso cubre de misterio esta propiedad que forma parte del inventario del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).